A la fábrica! (o los trabajos y los días)

A la fábrica! (o los trabajos y los días) es una incursión escénica que se propone pensar críticamente las contradictorias dimensiones del trabajo en el devenir de lo humano. La evocación de las antiguas sirenas, que indicaban a los obreros el cambio de turno en la fábrica, anuncia la llegada de los personajes por una entrada lateral que comunica con un foso junto al escenario. Llegan todes en indumentaria laboral: overoles, mamelucos, delantales, guardapolvos anuncian, desde el inicio, la condición que ostentan y por qué están allí. Los habituales tres turnos del trabajo industrial serán la metáfora que estructurará los bloques que conforman el espectáculo: el turno mañana, alude a la cadena de producción y a la línea de montaje de las antiguas factorías; el turno tarde, desplegará paisajes del “trabajo a destajo”; y el turno noche remitirá a la figura mecánica del “pistón” qué será la que catalice la intensidad dramática del devenir de la escena. Pero detrás de la figura del obrero o la obrera industrial que delimitan el estatuto de ficción los personajes,
se transparenta otra identidad, la del actor y la actriz que los encarnan. Y aquí irrumpen las historias personales que develan las vicisitudes que cada cual debe enfrentar en el mundo laboral al que realmente pertenece. La explotación, la precariedad, la violencia cotidiana y la pobreza como la amenaza que muerde los talones. El actor y la actriz saben también que el teatro es fundamentalmente “trabajo” pero de una especie que lo vuelve cobijo, esperanza y redención.