La ciudad, desde lejos

Ánimas urbanas... Desde un incierto mirador, solitario, silencioso y tal vez ya, fuera del tiempo, un conjunto de personajes humanos contemplan, lo que parece ser una ciudad lejana. Telescopios, catalejos, largavistas, binoculares… prestan su ayuda, para localizar alguna vieja calle, una esquina del barrio, un tren que pasa, la arboleda de la avenida, la agitación en las calles del centro o los caballitos de madera que todavía suben y bajan en la antigua calesita de la plaza… Un enigmático cuidador de almas, hace posible el pasaje de la inmovilidad sepulcral, a esos fugaces momentos en que los personajes despliegan, ávidos, la mirada. El día transcurre y la ciudad, que se divisa, es una y múltiple… ¿Es la gran urbe atestada y febril en la hora pico, o la apacible ciudad provinciana con el puente colgante que atraviesa el río? Y quienes miran ¿Fueron alguna vez habitantes de esa ciudad lejana? ¿O se miran a sí mismos, cómo si el tiempo pasado, se volviera presente en la mirada? No llegamos a saberlo del todo…el cuidador de almas ha hecho ya sonar su vieja campana… todos descansan en paz.